Se desala el Bacalao, toda la noche en agua, como de costumbre y se reserva. Se saltean las setas con la cebolla, un poco de ajo y la pimienta. Se añade la nata liquida y la sal. Se resva.
Los langostinos se saltean con ajitos restantes. Se reserva.
Se corta el Bacalao en trozos medios (dos por persona), se rebozan en harina, huevo y sésamo. Se frien en aceite de oliva y se reservan.
Se presenta el plato, colocando el bacalao crujiente sobre un lecho de setas y se acompaña de tres langostinos salteados. Se decora con una ramita de perejil.